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lunes, 26 de abril de 2010

Viernes en un Bar de Locos...

En los primeros años que me dedicaba a trabajar y estudiar, conocí un pequeño bar cerca del Comercial del Sur. Era un bar pequeño, pero compensaba mucho su tamaña con la amable atención de su propietario y bartender, el cual rápidamente entablaba amistad con sus clientes y parecia conocerlos a todos. Era un lugar, agradable.

Un viernes, llegue algo cansado y tarde al bar, iba solo y pense en tomar un par de cervezas y luego ir a dormir a casa. Cuando llegue pude notar que solo habian como 3 personas y el bartender Memo. Rápdidamente apuré la primera birra, todos estabamos en la barra y comentabamos sobre diferentes temas. Para cuanto empece la tercera birra, pasaban de las 10 de la noche. Normalmente Memo cerraba a las 11 los viernes, pero mientras estuviera gente dentro las cervezas se seguian sirviendo a puerta cerrada.

Vimos a Memo salir de la barra, cerrar la puerta y apagar el rótulo. Igualmente apago algunas luces y dejo solo las del bar y el pasillo a la salida. Nos miro y dijo: "Tranquilos, no creo que venga nadie, el día ha estado flojo". Así que seguimos con las birras y los comentarios sobre temas triviales. Pero para nuestra sorpresa, los dos televisores que habían sobre la barra cambiaron rápidamente su imagen de TV nacional, a una grupo de gente tocandose y besandose. Nos miramos y pusimos atención, mientras Memo comento: "Para que se diviertan un rato, mientras terminan sus birras."

Unos momentos después, en la pantalla se podia observar como algunas chicas mamaban trementos bates, sacaban sus tetas y otros les mamaban las tetas y luego más abajo. Cabe decir que era evidente que no solo estabamos turbados, sino que demasiado exitados para admitir nada. Me levante para ir al orinal, pero cuando regrese era demasiado evidente mi erección. Memo miro disimulado y sonrio por lo bajo. Los otros tres tipos estaban como hipnotizados con la escena descomunal de la orgia más increible, y quejidos y gritos llenaban el ambiente.

Al sentarme en la silla, empecé a acariciarme suavemente el pene con discimulo. Pero para nuestra sorpresa Memo paso repartiendo servilletas en frente nuestro sonriendo. Todos lo miramos sorprendidos... Que esperaba de nosotros?

"Tranquilos!" - Dijo - "No pringen nada y no pasa nada."
Los tres que estabamos detras de la barra nos miramos, el más joven de 19 el mayor tal vez de unos 24. Luego miramos la pantalla de nuevo. Esta vez fui más descarado con mi forma de acariciarme, al notarlo los otros poco a poco empezaron a hacer lo mismo.

Primero abri mi faja y meti mi mano por el pantalón, jalandola con evidencia. Memo solo miraba la pantalla, pero estoy seguro que con el rabo del ojo miraba la escena. Otro de los tipos se abrio la jareta y empezo a jalar por debajo del pantalon. Los otros parecian turbados, pero estaban tocandose discimuladamente.

Memo decidio apagar las luces del bar, con lo que quedamos solamente iluminados por la luz del televisor y bajo el mostrador una tenue luz fluorecente. Podiamos distinguirnos con claridad, pero la oscuridad era bastante apetecible. Sin pensarmelo mucho abri mi pantalon y con un movimiento rápido y calculado baje mi pantalon a las rodillas. El tipo que se habia abierto el ziper que estaba a mi lado, me echo una rápida mirada, para luego sacar su miembro y acariciarlo a la tenue luz. Los otros parecian percatarse, pero no parecian reaccionar. Sin embargo un momento después se echaron para atras, dejando ver que también se la sobaban. El primero que se rego fue el ultimo de la barra, con un ruido gutural muy bajo. Luego el siguiente el que estaba a su lado. Memo no se toco durante todo el espectaculo, solo miraba la pantalla. Supongo que con sus cincuenta y tantos, prefirio dejar el espectaculo a otros.

Faltaba el tipo a mi lado y yo... los cuales ya no solo mirabamos la pelicula. Mirabamos como disfrutabamos y esperabamos a ver cual terminaba primero. Unos momentos después, me regaba abundantemente, mientras el tipo a mi lado apuraba el paso, para finalizar justo cuando yo empezaba a recuperarme y limpiarme.

Memo repartio una cervesa más para cada uno y anuncio que ese seria el sarpe.
Fue la noche más loca que tuve en ese bar. Pero nunca llego a repetirse.

jueves, 22 de abril de 2010

El sobo más prohibido...

Mi primo y yo hemos hecho algunas locuras que no hemos podido ni contar, pero sin dura creo que hemos cometido el sobo más prohibido.

Una vez que nos quedamos a dormir solos en la casa de mi prima, a eso de los 19 años, como era ya costumbre nos pusimos a hablar de sexo. Ambos eramos aún virgenes, por lo que el sobo seguia siendo nuestra fuente de placer. Asi que pusimos una peli porno.

A los 15 minutos, en la pantalla una chica masturbaba a un mae, totalmente desnudo, acostado sobre la cama y ella de rodillas en la cama sobandolo usando crema. Ambos nos miramos, y de inmediato solte : "Que rico debe ser que se la soben así a uno". Solo unos segundos después mi primo respondio... "Hagamoslo!. Yo a usted y después usted a mi".

Un poco turbado me tarde en contestar, pero la imagen en la pantalla me tenia bastante exitado, por lo que pense: "Por que no, no creo que tarde mucho".
"Ok, conteste."

Mi prima acostumbraba a tener cuanta crema y aceite se le ocurriera. Mientras mi primo busco algo apropiado para lubricar, yo me desvestia. Cuando regreso, ya venia en boxer y se notaba su erección. Una vez que me hube desnudado, me tumbe en el sillon. Mi primo automaticamente se quito también el boxer. Yo esperaba impaciente y completamente exitado, mientras miraba a la pantalla.

En cuanto toco mi pene con una gran cantidad de aceite, salte levemente y senti un gran placer... realmente no estaba preparado para ello. Suavemente envolvio mi pene con su mano y empezo suavemente el movimiento. El placer que sentia era indescriptible, sin embargo respiraba para soportar un rato de este tentador y prohibido placer.

A como el placer me llenaba le pedia a mi primo mayor velocidad... el acompazadamente, cambiaba de velocidad y ocasionalmente... de mano. Unos momentos después yo me regaba copiosamente sobre su mano, un chorro salto y cayó sobre mi pecho, uno más pringo sobre mi estomago. El resto quedo en la mano de mi primo, que cogiendo algo de papel higienico empezo a limpiarse.

Unos minutos después habiamos cambiado, aunque estaba yo algo turbado y debil por la faena, mi primo estaba muy exitado y su verga muy caliente y ancha. Me pidio que lo hiciera despacio, pues estaba muy exitado y queria durar un rato. No me gustaba mucho estar de espaldas al tele y solo verle la verga, pero ver su cara era muy divertido, no podia evitar cambiar de expresión por el placer que sentia. Solo unos momentos después fui yo quien estaba un tanto contrariado. Su leche salio disparada pero por suerte pego en mi pecho. Otros chorros cayeron sobre su abdomen y el resto, caliente y pegajoso, quedo sobre mi mano.

Tuvimos que bañarnos... por supuesto nos bañamos juntos, mientras compartiamos nuestros comentarios de las sensaciones que experimentamos mientras estabamos tumbados.

Fue sorprendente, pero no dejo de pensar, que fue el sobo más prohibido que he compartido.