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jueves, 22 de abril de 2010

El sobo más prohibido...

Mi primo y yo hemos hecho algunas locuras que no hemos podido ni contar, pero sin dura creo que hemos cometido el sobo más prohibido.

Una vez que nos quedamos a dormir solos en la casa de mi prima, a eso de los 19 años, como era ya costumbre nos pusimos a hablar de sexo. Ambos eramos aún virgenes, por lo que el sobo seguia siendo nuestra fuente de placer. Asi que pusimos una peli porno.

A los 15 minutos, en la pantalla una chica masturbaba a un mae, totalmente desnudo, acostado sobre la cama y ella de rodillas en la cama sobandolo usando crema. Ambos nos miramos, y de inmediato solte : "Que rico debe ser que se la soben así a uno". Solo unos segundos después mi primo respondio... "Hagamoslo!. Yo a usted y después usted a mi".

Un poco turbado me tarde en contestar, pero la imagen en la pantalla me tenia bastante exitado, por lo que pense: "Por que no, no creo que tarde mucho".
"Ok, conteste."

Mi prima acostumbraba a tener cuanta crema y aceite se le ocurriera. Mientras mi primo busco algo apropiado para lubricar, yo me desvestia. Cuando regreso, ya venia en boxer y se notaba su erección. Una vez que me hube desnudado, me tumbe en el sillon. Mi primo automaticamente se quito también el boxer. Yo esperaba impaciente y completamente exitado, mientras miraba a la pantalla.

En cuanto toco mi pene con una gran cantidad de aceite, salte levemente y senti un gran placer... realmente no estaba preparado para ello. Suavemente envolvio mi pene con su mano y empezo suavemente el movimiento. El placer que sentia era indescriptible, sin embargo respiraba para soportar un rato de este tentador y prohibido placer.

A como el placer me llenaba le pedia a mi primo mayor velocidad... el acompazadamente, cambiaba de velocidad y ocasionalmente... de mano. Unos momentos después yo me regaba copiosamente sobre su mano, un chorro salto y cayó sobre mi pecho, uno más pringo sobre mi estomago. El resto quedo en la mano de mi primo, que cogiendo algo de papel higienico empezo a limpiarse.

Unos minutos después habiamos cambiado, aunque estaba yo algo turbado y debil por la faena, mi primo estaba muy exitado y su verga muy caliente y ancha. Me pidio que lo hiciera despacio, pues estaba muy exitado y queria durar un rato. No me gustaba mucho estar de espaldas al tele y solo verle la verga, pero ver su cara era muy divertido, no podia evitar cambiar de expresión por el placer que sentia. Solo unos momentos después fui yo quien estaba un tanto contrariado. Su leche salio disparada pero por suerte pego en mi pecho. Otros chorros cayeron sobre su abdomen y el resto, caliente y pegajoso, quedo sobre mi mano.

Tuvimos que bañarnos... por supuesto nos bañamos juntos, mientras compartiamos nuestros comentarios de las sensaciones que experimentamos mientras estabamos tumbados.

Fue sorprendente, pero no dejo de pensar, que fue el sobo más prohibido que he compartido.

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