En el Metro...

Por klaurito80.

Siempre he sido un sobon y siempre he pensado que hacerlo con amigos no tiene nada de playo, es compartir un espacio tiempo con un compa, amigo o desconocido, no soy de ponerme a mamar pichas y mucho menos prometer amor eterno al primero que se cruce en mi camino, aunque si tengo el gusto bien definido por los hombres, no me considero el tipico playito que todos los del barrio se culean cuando estan borrachos, nada que ver.
Lo mio es la exhibicion, el exponerme, el que me miren la picha y me digan, mae que buen bate, que rico bananote, me encanta exhibirme en el cine, en los baños publicos, en la calle, en los baños del gym, en balnearios o simplemente andar con la picha afuera mientras manejo mi moto.
Hace rato ya, una tarde me meti por curiosidad al cine metropolitan #2 y vaya tarde que pasé, ese dia fue el inicio de una epoca fuerte, muy fuerte de sobos y exhibicionismo casi incontrolable. Como no conocia la dinámica del lugar lo primero que hice fue observar, que hacian, como lo hacian, si el mae de las entradas subia a revisar, si los maes se cambiaban de lugar, en fin determinar todas las posibles variables del lugar para actuar en consecuencia. Lo primero que me di cuenta era que tenia que sentarme arriba desde ahi tenia un control absoluto del lugar, podia ver quienes llegaban y que hacian. Fui vestido con una panta floja, de elastico, nada de cierres de velcro que hacen demasiado escandalo y lastiman la piel, por supuesto sin ropa interior, camiseta comoda y suficiente papel en un pequeño maletin para limpiar la leche de un peloton de soldados, me senté pues arriba en el centro desde donde tenia el control de todo, lo primero que hice quitarme la panta y quedarme chingo de la cintura para abajo, luego de un rato de manosearme ricamente tenia una ereccion digna de concurso, tenia la jupa de la picha como de cemento, casi podria romper una pared con aquella ereccion, en fin una delicia, estaba todo sadico dandole a la picha cuando en eso llega un mae joven, delgado y se me sentó como a dos asientos, yo fijé mi vista en la pelicula y no lo determiné en lo absoluto (parte de la estrategia) chingo como estaba lo unico que hacia era mover la pelvis como si se estubiera metiendo esa picha a alquien, el maecito luego de acostumbrarse a la oscuridad se quedó congelado cuando pudo ver que yo estaba totalmente chingo y ademas dandole parejo al sobo (debo aclarar que a dios gracias no soy de los que se riegan con 5 manotasos, todo lo contrario, me cuesta en puta regarme) y me dijo, huyyy mae, que buen sobo, yo no lo determiné, seguí mi vista fija en la pantalla, el mae se levanta y se me sienta a la par y me dice, mae aqui se puede hacer esto? hasta entonces me digné a contestarle, diay compa, no ve que si, no habia terminado yo de decirle y se levantó y en solo 3 movimientos se bajó el pantalon con todo y calzoncillo y vaya clase de pichota que tenia ese mae, una verga enorme totalmente razurada, rica, de esas de 3 kilos 33 gramos, una belleza en terminos esteticos y metricos, aquella escena no hizo mas que aumentar mi ereccion, yo seguí con mi táctica de ignorarlo mirando de vez en cuando con el rabo el ojo aquella señora picha que sacaron a mi lado, seguimos asi por un rato hasta que el compa me vuelve a decir, maeeee, hagamos un trato, yo cuido que nadie venga o se acerque para que usted se riegue y luego ud me cuida a mi, para ese momento pensé, no solo esta rico el mae, tiene una pichota y encima es solidario, mejor imposible, jajaja, excelente idea compa, le dije, y me puse en pie, inclinando mi cuerpo como 15 grados hacia él para que tuviera una vista de perfil de la regada que me iba a pegar, el mae me empezó a decir cosas, deme esa lechita papi, que rico saquese esa leche, tirela aqui para que yo lo vea, para ese momento yo estaba tan pero tan excitado que cuando me vine la leche me salió con una fuerza que cayó a tres bancas abajo, fueron como 4 cuechasos de leche con una cantidad tan exagerada, que el mae me dijo, huyyy compita hace cuanto no se la sobaba. una vez que me regué el mae hizo lo mismo, se puso de pie y empezó a darle a aquel pedazo de carne enorme, se vino rapido pero con igual pasión, la leche le salió a montones y sus gemidos ahogados fueron demasiado ricos, luego saqué mi reserva de papel y limpiamos aquel lecherio. Con un apretón de manos y un "mae me voy antes de que me llame la doña" se despidió y sobra decir que nunca mas nos volvimos a ver. Desde ese dia me hice casi adicto a ese lugar, iba todos los fines de semana y ha veces hasta entre semana, tengo historias de historias que contar solo de ese lugar y de mis sobos eternos por las calles y recobecos de san jose.

Sobo.rno