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jueves, 18 de febrero de 2010

Explorando... consiguiendo más placer!

Hace meses que leo la revista Luz, una pequeña publicación que habla sobre sexo y bastantes tecnicas para conseguir placer. Algunas un tanto reprobables de acuerdo a las normas sociales... pero sin embargo, bastante interesantes para probar.

A los 24 y con un libido de un babuino macho en celo, decido conseguir algunos suministros que me permitan experimentar nuevas formas de placer y preparo mi mente para experimentar varias de las placticas sobre las que he leido en las últimas semanas.

Reviso mi lista: guantes de latex, algo de cremas para calentar el cuerpo, lubricante a base de agua, zepol. Listo! Tomo un largo baño y decido limpiar mi cuerpo a niveles que antes no había considerado. Lo cual me deja un tanto perplejo y sensible a la vez.

Me recuesto en mi cama y empiezo por usar las cremas para calentar el cuerpo, me permito frotar mi pecho, bajar a mis caderas, bajar a las piernas y subir de nuevo, deteniendome en los gluteos y pasando de nuevo al pecho. Increiblemente y aunque retozo conmigo mismo, las sensaciones son impresionantes. Mi cuerpo vibra en una forma que nunca he podido imaginar, al tiempo que mi erección manifiesta con impaciencia su deseo de ser atendido sin reservas. El liquido preseminal asoma en leves gotas trasparentes y brillantes, dando al glande un tono acaramelado, mientras el prepucio parece imitar delicados y delgados petalos de rosas, formando una hermosa convinación apetecible para cualquier goloso deseoso de quererla comer.

Tomo un poco de ese liquido lubricante y lo froto en las puntas de mis dedos, y una vez lubricados empiezo a frotar suavemente el glande. El placer que siento es esquisito, casi como estar recibiendo una mamada al mejor metodo que los espertos puedan describir.

Esto me hace encogerme ante el placer que siento, solo para determe por un momento a recuperar el aliento, y luego continuar nuevamente, al recolectar el liquido lubricante e iniciar una nueva sesión. Mi pene se calienta un nivel que me parece indescriptible. Ni en mis mejores mamadas he podido alcanzar un placer semejante al acariciar mi glande.

Es el momento de comenzar otra práctica, por lo que tomo el guante de latex y me lo pongo. Usando lubricante a base de agua mojo mis dedos y acomodo más lubricante en la palma para mojar mi ano. Esta práctica puede traerme alguna consecuencia, pienso para mi. Pero debo saber, debo experimentar... espero no tener que llegar más allá. Puedo sentir el frio contacto del latex y el lubricante en mi recto y mientras trato de introducir un dedo, empiezo a masturbarme suavemente, dando masaje con mi pulgar sobre el glande.

Muevo mi dedo, mientra masturbo mi pene. El placer que experimento en mi pene, convinado con la reacción que estoy experimentando en mi recto parecen estar conectados... mi dedo se mueve dentro de mi y mi mano sobre mi pene se sincronizan. Experimento una oleada de placeres que nunca había podido experimentar... que nunca me había permitido experimentar...

Sorprendido, casi conmocionado... puedo sentir como se acerca el momento del climax, como mi cuerpo despierto a todas las sensaciones experimentadas y esta a un paso de una sorprendente explosión. Cierro mis ojos, respiro hondo y siento fluir todo ese extasis, corriendo por mi cuerpo y buscando la salida. AAAAhhhhhhh! un chorro sale como un cañonazo, otros le siguen y siento como chorrea por mi pecho, otro más abajo, otro destila por mi cintura... retiro mi dedo del culo, mientras mi carne tremula convulsiona descontrolada y tratá de relajarse.

Mis ojos se mantienen cerrados y el cansancio es incontrolable, pero debo echar una mirada a mi obra. Lentamente abro los ojos... aún estoy en mi cuarto, a mi izquierda veo algunas muestras de mi eyaculación, luego mi pecho... completamente bañado de semen, que sigue por mi abdomen y hasta mi cadera. Mi pene sigue muy erecto, enrojecido y áun bastante lubricado, tanto por mi semen como por los otros fluidos.

Ciertamente he tenido excelentes relaciones sexuales, pero nada comparado con esta experiencia solitaria que me llevo a mis limites... y me preparó para otorgar a otros seres humanos, placeres que se han estado negando.

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