Río, Arenna... Sobo...

Cerca de casa aún queda un riachuelo al que se puede acudir a bañarse, no es como hace años un río con buenas posas, pero aún existen recobecos con suficiente arena y una buena posilla para refrescarse. Mi primo de 12, mi hermano de 11 y yo con 13 decidimos de vez en cuando escaparnos a este escondite lejos del mundo exterios y bañarnos tal como llegamos al mundo. Para luego reposar al sol mientras nos secamos en forma natural.

Siempre nos es común el ver como se nos para mientras jugamos en el agua y luego, con nuestros penes totalmente erectos comparar quien la tiene más, grande, más blanca, más gruesa...

Ese día, mientras nos secamos recostados en la arena y estamos totalmente con nuestros penes todos parados, notamos en lo más alto de una loma, una casita metida entre la vegetación. En su ventana, del interior una figurita emerge, aunque no sabemos de que genero pues la distancia es de más de 700 metros. Parece habernos divisado y todos reimos del hecho, desaparece, pero vuelve a aparecer cada pocos segundos. Luego se queda mirandonos...

"Creo que es una muchacha" dice mi primo.
"Creo que es una señora" dice mi hermano.
"Creo que le gusta vernos" digo yo.

Los tres reimos. "Que hacemos?" dice mi hermano.
"Demosle más que ver..." respondo, al tiempo que empiezo a sobarmela.
Me miran y rien, pero me imitan... saben que esto nos provoca bastante morbo.
La sombra se mueve, parece inquieta, desaparece y aparece una sombra más... pero no nos preocupa esto. Entre más publico mejor.

Puedo oir los jadeos y respiraciones mientras me acaricio y siento el placer en mi pene, al subir y bajar mi mano... mi primo es el primero en cumplir su faena... "UUUUufffffsssssss!" y al mirarlo su pene secreta su liquido blanquesino.
Mientras mi primo termina de sacar las últimas gotas de su semen, siento mi momento llegar y apresuro el movimiento. "AAAAAaaaggggghhhhhh!!" y el semen sale disparado, cayendo sobre mi abdomen. Chorro tras chorro bañan mi piel mientras mi hermano y mi primo mirán la escena un tanto curiosos.

Mi hermano ahora se esfuerza por hacer su pene escupir. Su miembro se ve duro y bastante tirante... mientras mi primo y yo esperamos a ver si logra sacar algo de su aparente e inmaduro cuerpo. Para nuestra sorpresa, un momento después mi hermano emana un liquido apenas lechoso, casi transparente... pero aún así... un orgasmo se refleja en su cara de júbilo.

Miramos hacia arriba, mientras las dos figuras parecen gritar o tratar de reprendernos por la escena que acaban de presenciar. Nos miramos y reimos, para luego entrar en el agua y limpiar los restos seminales.

La pequeña posa esta en la sombra, por lo que ya no nos ven en el agua reposando de nuestras faenas por unos minutos y mientras nuestros penes recuperan su compostura y tamaño. Fuera del agua esperamos pacientes a secarnos y luego vestirnos. Damos el último vistazo a lo alto, pero no hay ya público presente. Esa es probablemente la última vez que jugamos en ese rincón, pues aunque fue divertido tener público, no es divertido pensar en las consecuencias que esto pudiera habernos traido.